Fundamento

  • Las manifestaciones de la diabetes mellitus a nivel ocular son numerosas y complejas, pudiendo afectar a cualquier parte del aparato visual. La retina es la estructura afectada con mayor frecuencia e importancia, pero tanto el segmento anterior del ojo (córnea, cristalino, iris), como el nervio óptico y los nervios oculomotores pueden verse afectados en la diabetes.
  • Las cataratas son 1,6 veces más frecuentes en la población diabética, ocurren en edades más tempranas y progresan más rápidamente que en la población no diabética.
  • El glaucoma de ángulo abierto es 1,4 veces más frecuente en los diabéticos. Menos frecuente pero más característico dela diabetes es el glaucoma neovascular.
  • Los dos factores que más influencia tienen en la prevalencia de retinopatía diabética (RD) son la duración de la diabetes y la edad del paciente en el momento del diagnóstico de diabetes. Después de 20 años del diagnóstico de diabetes, prácticamente el 100% de los pacientes con diabetes mellitus tipo 1 (DM1) y el 60% de los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (DM2) presentan retinopatía diabética.
  • La diabetes es actualmente la tercera causa de ceguera si consideramos a toda la población y la causa más frecuente entre la población de 20 a 74 años de los países desarrollados, la prevalencia de ceguera entre diabéticos es de aproximadamente un 5% y la incidencia anual entre un 1 y 2%. La población diabética tiene entre 11 y 25 veces más riesgo de ceguera que la población no diabética. Es la tercera patología causante de deficiencia visual entre los afiliados de la O.N.C.E.
  • La presencia de retinopatía, incluso en sus formas más agresivas con grave riesgo de amaurosis, no suele provocar síntomas en la agudeza visual; cuando aparece una disminución en la misma, acostumbra a ser demasiado tarde para que pueda realizarse un tratamiento eficaz.
  • La detección precoz y el tratamiento adecuado mediante fotocoagulación con láser reduce en más de un 60% el riesgo de pérdida visual en los pacientes con retinopatía diabética de alto riesgo y en más de un 50% en caso de edema macular diabético.
  • Estudios recientes indican que un correcto control glucémico y de la tensión arterial pueden prevenir o retrasar la aparición de edema macular y retinopatía diabética proliferativa.

Clasificación

Existen diversas formas de clasificar la RD. Aquí vamos a utilizar la Clasificación Clínica Internacional, por ser muy práctica y la que se utiliza en el Plan Integral de Diabetes de Andalucía:

  • No Retinopatía
  • Retinopatía no proliferativa leve o moderada. Predominan las alteraciones de la permeabilidad vascular. Se caracteriza por microaneurismas y/o hemorragias en uno o varios cuadrantes; exudados duros fuera de la mácula.
  • Retinopatía no proliferativa grave o muy grave. Microaneurismas y microhemorragias en los cuatro cuadrantes (más de 20 por cuadrante) y/o  Anomalías Microvasculares Intrarretinianas (AMIR). Presencia de exudados duros cerca de la mácula.
  • Retinopatía proliferativa. Caracterizada por neoformación de nuevos vasos en retina y humor vítreo, crecimiento de vasos insertados en superficie hialoidea del vítreo o hemorragias vítreas, y posteriormente esta hemorragia puede producir fibrosis y secundariamente desprendimiento de retina.

Actualizado (Martes, 23 de Marzo de 2010 19:13)