Fundamento
Fundamento
La enfermedad cardiovascular (ECV) es la principal causa de morbilidad y mortalidad entre las personas diabéticas. El riesgo anual de muerte por ECV es 2 a 3 veces superior en personas diabéticas que en las que no lo son. Los diabéticos tienen 2 a 3 veces más riesgo de presentar enfermedad cerebrovascular o de arteriopatía coronaria y 5 veces más riesgo de presentar enfermedad vascular periférica que las personas sin diabetes. Aproximadamente el 75-80% de las personas diabéticas adultas mueren a consecuencia de enfermedades cardiovasculares.
La ECV no solo se presenta con mayor frecuencia en la población diabética, sino que su presentación es más precoz, de evolución más rápida y de mayor severidad que en las personas sin diabetes.
El riesgo cardiovascular de los pacientes diabéticos se ha querido equiparar al de los pacientes que han sufrido anteriormente un infarto, sin embargo estos datos no estan basados en ensayos clínicos, sino en recomendaciones que en este momento no se sostienen en base cientifica y las guias clínicas como Nice o la de Nueva Zelanda o la de nuestro Ministerio de salud, sostienen que se debe diferenciar el riesgo cardiovascular de los pacientes diabéticos.
Algunos ensayos clínicos han vinculado el riesgo cardiovascular con la duración de la diabetes, estableciendose que el riesgo se iguala al de los pacientes no diabéticos que han sufrido un infarto a partir de los 15 años. Por lo tanto podría ser asumible que el RCV de los pacientes diabéticos se hace equivalente a haber padecido un infarto a partir de los 15 años de evolución de la diabetes.
El riesgo cardiovascular vinculado a la diabetes se incrementa considerablemente cuando concurren otros factores de riesgo, fundamentalmente hábito tabáquico, hipertensión arterial o hiperlipemia. Además, los dos últimos factores mencionados, aparecen con mayor frecuencia entre la población diabética. Otras alteraciones que ocurren mas frecuentemente en los diabéticos y que también favorecen la ECV son: obesidad, hiperinsulinemia, anormalidad en la función plaquetaria y alteraciones en la coagulación de la sangre.
Las personas con tolerancia alterada a la glucosa tienen mayor riesgo de padecer ECV y doble mortalidad por enfermedad coronaria que los individuos con tolerancia normal a la glucosa.
La presencia de microalbuminuria o proteinuria es un importante factor de predicción de mortalidad total y por ECV en los diabéticos.
En los hombres son más importantes los factores de riesgo asociados que la propia diabetes en el desarrollo de ECV, mientras que en las mujeres sucede lo contrario. Además, la diabetes causa efectos adversos más marcados sobre la concentración de triglicéridos y colesterol en mujeres que en hombres.
No debemos olvidar que la HTA, además de ser un factor de riesgo cardiovascular, también incrementa el riesgo, en personas diabéticas, tanto de aparición como de una peor evolución de la retinopatía y nefropatía diabéticas.
Hiperlipemia. La diabetes es la enfermedad más frecuente de las que alteran el metabolismo de las lipoproteínas en ausencia de un defecto primario conocido. El trastorno lipoproteico principal es un aumento en la producción de triglicéridos vehiculados por las lipoproteínas de muy baja densidad o VLDL, en menor medida suele estar aumentado el LDLc y disminuido el HDLc. En la población general resulta un factor aterogénico mucho más importante el aumento de colesterol que el de triglicéridos, hasta tal punto que no está unánimemente reconocida la hipertrigliceridemia como factor de riesgo coronario. Sin embargo, en los pacientes diabéticos y muy especialmente en mujeres, la hipertrigliceridemia es un factor aterogénico de importancia.
Según sean los valores de CT y TG ( media de 2 ó 3 determinaciones), se podrán establecer los siguientes diagnósticos (clasificación terapéutica o simplificada), dentro de la categoría de las dislipemias:
Hipercolesterolemia.- Existencia de concentraciones de colesterol plasmático superiores a 200 mg/dl (en presencia de cifras de triglicéridos inferiores a 200 mg/dl).
Hipertrigliceridemia.- Existencia de concentraciones de triglicéridos superiores a 150 mg/dl en presencia de concentraciones plamáticas de colesterol inferiores a 200 mg/dl.
Hiperlipemia combinada.- Existencia simultánea de concentraciones de colesterol superiores a 200 mg/dl (o >200 mg/dl si C.I.) y triglicéridos plasmáticos superiores a 150 mg/dl.
Actualizado (Sábado, 20 de Marzo de 2010 12:08)